lunes, 18 de febrero de 2013

Hay que Saber Comprar*

*Por Melina Ortega.

Existen estudios que sugieren la infancia como el periodo ideal para incluir la formación económica en las personas, brindándoles la posibilidad de tener una vida financiera sana, conocer el sistema económico en que están insertos, y desarrollar actitudes, hábitos y conductas de consumo racionales y eficientes que permitan el uso adecuado de los recursos financieros disponibles (Denegri et al, 2006).



Aunque la escuela representa una influencia muy importante en la vida, lo cierto es que el primer lugar de formación personal es el hogar o la familia a la que pertenecemos. Si la escuela es una estructura, la familia representa los cimientos de la construcción; por esa razón no debemos ver a las escuelas y los maestros como los principales formadores de nuestros hijos; sino como un apoyo para poder reforzar los valores, hábitos, cualidades y la educación que desarrollemos en el hogar; y la formación económica es una de ellas.

Muchos son los aspectos financieros que deberíamos de enseñarles, pero hoy hablaremos del proceso de comprar, porque es sin duda, la primera de las actividades económicas que aprendemos a hacer en nuestra vida: he visto niños de 3 años aunque no conocen exactamente el valor intrínseco del dinero (ni el proceso para ganarlo), comprenden muy bien que se usa como medio de intercambio, al estirar la manita a sus padres en la tienda, para pedirle “pesos” señalando alguna golosina.

Es un proceso “fácil”, pero para hacerlo bien, debe analizarse cuidadosamente antes de realizar la transacción, sobretodo cuando se trata de bienes costosos y cuando usaremos el crédito como medio de adquisición.

Supongamos por ejemplo que decide comprar un automóvil. Debe hacer una lista de las cualidades que desea reúna tal objeto, en base a sus necesidades y su presupuesto: número de pasajeros, los cilindros, la carga que puede soportar, etcétera. Además, debe considerar el pago estimado por concepto de placas, seguros y el mantenimiento que deberá tener la unidad cada cierto periodo, entre otros. Y si la unidad no es nueva, debe realizar un examen mecánico general verificando el estado real de lo que va a comprar, y considerar los gastos de reparación que puede necesitar para que le dure más tiempo su auto, nadie quiere comprar uno que solo funcione unos meses y luego quede “yonqueado” representando una carga en lugar de un beneficio.

De este modo, antes de comprar, tenemos el derecho y la obligación de comparar bienes entre sí para poder obtener la mayor satisfacción posible, con los escasos recursos que tenemos para ello. Nadie está exento del proceso, comprar es un acto que realizaremos toda la vida, y aun en los casos en que se use el trueque como medio para obtener bienes, siempre buscamos, naturalmente, obtener algo que nos brinde beneficios y no pérdidas personales.
Sin embargo, hay personas que no saben comprar; o que pecan de exceso de confianza en los vendedores; y “ahí está el detalle”, terminan perdiendo dinero en su vida económica, lo que puede perjudicar no solo a ellos, sino a su familia, como ya mencioné, los hijos aprenden con el ejemplo, si no analizas tus compras antes de hacerlas, tus hijos tampoco tienen muchas posibilidades de hacerlo.
Las autoras del libro “Cuando el Dinero nos Alcance”, Meade e Islas (2001), indican que gastar el dinero es un proceso que, aunque no lo parezca, viene implícito en la educación y formación que brindan los padres a sus hijos; razón por la cual, resulta necesario seguir pautas establecidas con el objetivo de que aprendan a administrar los recursos: ubicar el dinero en su justa dimensión (el valor de las personas por lo que son, no por lo que tienen), ganar el dinero trabajando (darle todo a los hijos en bandeja de plata resulta perjudicial para ellos), y por supuesto, gastar el dinero de forma correcta (todo exceso es perjudicial, no hay que ser tacaños ni compradores compulsivos).

El dinero no lo es todo en la vida: no puede comprar la salud, ni tampoco la verdadera amistad y el amor de las personas. El trueque, también cumple su función para obtener bienes, pero cualquiera que sea el instrumento financiero, debemos aprender a comprar correctamente.





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