miércoles, 30 de octubre de 2013

En sus marcas, ¿Listos?.. ¡A CONSUMIR, A COMPRAR, A ENDEUDARSE!** (A propósito del Buen Fin y del Black Friday)**


Por Melina Ortega.

Cercanas están las fechas en las que peligran el aguinaldo y nuestros ahorros de todo el año, peor aún, todo el presupuesto del año que viene (2014) se puede mermar y desbalancear a causa de un inapropiado uso de estos valiosos recursos y la posible adquisición de una deuda a través de cualquier crédito en estos días en los que viene “el buen fin”.

Antes de salir disparado a comprar, comprar y comprar, te conviene leer esta pequeña disertación sobre lo que en realidad puede hacerse y aprovechar las relativas “ofertas” que nos ponen para gastar nuestro dinerito.

El año anterior hice una columna para el periódico local donde solía participar, sobre un posible origen de lo que hoy conocemos como el “Black Friday” (quienes vivimos cerca de la frontera con los Estados Unidos de Norteamérica); y del lado de los empresarios, me puse el sombrero de vendedor para darles consejos sobre cómo estimular sobremanera los ingresos en determinadas fechas especiales (a través de un calendario de oportunidades), o bien, crear una con el objetivo de rescatar un inventario obsoleto o renovar mercancías de temporada.

Pues bien, este año quiero ponerme del lado de los consumidores; de manera que este pequeño artículo tiene que ver, no solo con el aprovechamiento de tales “ofertones” que tientan a más de un tacaño, sino que pretendo llevarlos un poco más allá en lo que se refiere a distinguir cuando en realidad necesitamos algo que podemos o no comprar, y la verdadera razón que hay detrás de un consumismo desmedido, fomentado en estos días por todo el sistema económico que, alienado como la más bella constelación, pretende hacer circular rápidamente el dinero que suele llegar a nuestros bolsillos a través del pago del aguinaldo, del fondo de ahorro y otras prestaciones que algunos trabajadores (los más afortunados) tienen.

Para quienes no lo sepan, este “BF” se hace en Estados Unidos de Norteamérica, y consiste en un día (el último viernes del mes de noviembre, coincidente con las festividades del Día de Acción de Gracias de los norteamericanos) un solo día de súper ofertas en todo el sistema comercial, ofertas que “verdaderamente” un consumidor difícilmente puede desaprovechar, pues se llega a encontrar artículos hasta por un 80% por debajo de su precio normal, o bien, otro tipo de promociones que pueden ser 2x1, 3x2, etc… en otras palabras, quienes ya saben y conocen los descuentos que se pueden encontrar este viernes del cada año (cuyas ofertas se extienden todo el fin de semana, pero no en la misma intensidad), pues hace su cochinito (ahorro) para poder comprarse ese día el objeto que tanto han deseado adquirir o bien, saturan sus tarjetas de crédito para poder consumir “aprovechando” esas ofertas que no se vuelven a encontrar en todo el año.

En México, desde el 2011 se ha impuesto un fenómeno similar denominado “El Buen Fin”, justo en las mismas fechas que el BF norteamericano, con la intención de evitar la fuga de consumo nacional para quienes viven en la frontera (quienes se van a hacer sus compras allá a EUA y allá dejan su dinerito, fomentando empleos allá) y también, con la intención de estimular el consumo en todos los niveles de la economía local, regional y nacional; y seamos honestos: si este “Buen Fin” mexicano no existiera, realmente habría mucho más dinero fugándose al extranjero; el hecho de que aquí se hagan ofertas “atractivas” es un buen intento de fomentar los empleos mexicanos; y de aprovechar para comprar artículos a buenos precios, que en ningún otra fecha del año podríamos tenerlos con esas condiciones.
Yo no estoy contra el BF, pero si estoy contra el consumismo desmedido. Una cosa es necesitar algo y comprarlo (tener dinero para comprarlo, tener un crédito disponible para adquirirlo, o bien, comprar o adquirir a crédito, a través de una deuda algo que en realidad no se necesita), y otra cosa es comprar artículos que en realidad NO necesitamos, al menos no con urgencia en un momento dado.

Hay una diferencia muy significativa de por medio, de hecho, hay una tranquilidad o un periodo de estrés entre las dos situaciones: o te sientes tranquilo porque ya adquiriste eso que necesitabas con desesperación para solucionar una carencia, o te haces de algo que no necesitabas, y obtienes una deuda que te dejará sin dormir (incluso si el consumismo es verdaderamente excedente, sin comer y sin la posibilidad de poder satisfacer verdaderas emergencias) en el futuro. 

Hace un par de semanas, me encontraba esperando el verde de un semáforo en mi hermosa ciudad, cuando de repente noté un anuncio espectacular que literalmente, “ordenaba” a quien leyera el anuncio ir a tramitar un crédito a una famosa tienda departamental (famosa entre la población trabajadora), para “prepararse” para el “BF” (Aquí te posteo la foto que alcancé a tomarle al anuncio). Mi primer pensamiento fue “vaya, apenas terminamos agosto y ya nos están recordando que tenemos que gastarnos el aguinaldo que todavía no recibimos”, pero en realidad meditando sobre el asunto, no se trata solo del aguinaldo (dinero que técnicamente tenemos en efectivo y que es en teoría, nuestro), sino que ya estimulan “la deuda” per sé. 



Imagen: Tomada por mí. 
**No sé si alcancen a distinguir en la imagen, pero arriba de la orden, viene el logo que usan para "El Buen Fin"**

Verán ustedes, tampoco es que yo esté contra el crédito, pues resulta no solo una buena oportunidad para adquirir bienes que realmente necesitamos para vivir cuando no podemos pagarlos de contado, sino para hacernos de objetos o servicios que si resultan necesarios para nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, todos necesitamos una casa donde vivir (dormir, descansar, comer, etc, etc), pero una persona con ingresos promedio en este país, difícilmente puede hacerse de un inmueble pagándolo de contado. Es decir, ¿cuántos años tendría que estar ahorrando para poder juntar una cantidad de dinero tal, que permita obtener la casa? En casos como este, un crédito resulta la mejor opción para poder hacerse del bien que se necesita, y disfrutar de él mientras se va pagando, amortiguando la deuda a varios años para que no resulte en pagos elevados que tampoco permitan poder obtener los otros bienes necesarios para vivir, tales como los alimentos, ropa, calzado, medicinas, transporte, pagar los servicios de agua, luz, etc, etc.

Sin embargo, cuando se usa de manera incorrecta, un crédito puede resultar en una verdadera condena del poder adquisitivo de las personas en el largo plazo; tan solo por un momento de extrema debilidad durante una racha consumista, podemos poner en riesgo la cantidad de dinero que necesitamos para seguir “viviendo” dignamente, con un tarjetazo y una firma podemos mermar la calidad de vida que ya tenemos y si esta no satisface del todo en este momento todas nuestras necesidades, entonces nos encontraremos en el futuro que ni siquiera tendremos dinero para lo indisensable.

Usar el crédito no es perjudicial, si aprendemos a hacerlo correctamente. Si hay formas de uso inteligente de un crédito como por ejemplo, cuando hay promociones a meses sin intereses pero aun cuando no hay promociones de por medio, a veces resulta indispensable hacerse de los bienes aun cuando se pague un poco más del precio original, siempre y cuando se obtenga el bien que se necesita urgentemente para poder satisfacer una necesidad vital, pero pasar el tarjetazo de crédito para comprar por ejemplo, un galón de leche, solo resulta financieramente válido cuando no tienes el dinero contigo, cuando ni tienes ni un peso para poder obtener ese bien que necesitas; recuerda que cada vez que uses tu tarjeta de crédito, terminarás pagando intereses por comprar con dinero que aún no tienes.

Por eso debemos aprender a distinguir y separa las necesidades de los deseos. Tristemente la economía de una persona con ingreso promedio, de la que depende su familia para poder vivir, difícilmente puede darse el lujo de satisfacer todos los deseos que tenga, y los que tengan los miembros de su familia que dependen de él.

¿A qué me refiero con una necesidad vital? Precisamente a eso: una necesidad de la cual dependa un aspecto de nuestra vida. Hablando de necesidades fisiológicas, ¿que necesitamos para poder vivir? El aire para respirar, el agua para beber (y asearnos), alimentos que comer, ropa que vestir, calzado para proteger nuestros pies, medicina cuando enfermamos, transporte para ir de un lugar a otro en nuestras actividades productivas (salvo que solo camines de un lado a otro, pero piensa que las personas que no pueden caminar, necesitan un silla de ruedas para moverse); en fin, todas estas necesidades tienen que ver con lo que realmente es indispensable para poder vivir (o sobrevivir); fuera de ellas, todo lo demás es absolutamente un lujo del cual se puede prescindir.

Bien, hasta el día de hoy todavía tenemos gratis el aire que respiramos…fuera de eso, todo lo demás tenemos que pagarlo: pagamos una renta o la mensualidad de una vivienda, pagamos por tener servicios de agua, luz, gas, teléfono, internet (aunque este último no es indispensable para vivir, salvo que tu actividad profesional o comercial, es decir, tu manera de ganarte la vida dependa de tener internet disponible); nos compramos un cambio de ropa (o la hacemos, pero para ello también debemos comprar tela, hilo, etc), nos compramos nuestros zapatos, compramos un automóvil y la gasolina que necesita para transportarnos o bien pagamos transporte público, pagamos todo, absolutamente todo los bienes materiales y algunos servicios intangibles (como el servicio médico, por ejemplo), para poder vivir.

Ahora bien, si hablamos de necesidades emocionales (de acuerdo al clasificación de necesidades de Maslow, vienes después de las fisiológicas y las de seguridad), entonces aunque tenemos necesidades de autorealización y pertenencia a un grupo social, tampoco podemos decir que para satisfacer tales “necesidades” se debe someter el ingreso del que dependemos fisiológicamente para poder vivir. Aquí ya no hablaríamos de una necesidad, sino de un “deseo”, un sentimiento muy personal de querer algo a pesar de no ser una necesidad para vivir.

Entre los “deseos” más comunes que podemos ver en estos días están el tener aparatos electrodomésticos o de alta tecnología para poder “estar a la moda” (celulares, pantallas planas, videojuegos, etc); ropa y calzado (cuando ya se tiene un guardarropa que esta en condiciones de usarse y que sigue quedándonos la talla; o bien ya se tienen zapatos pero solo se busca comprar más), perfumes, lociones, accesorios de todo tipo (extensiones de cabello, fajas reductivas, pastillas milagrosas para bajar de peso), todo lo que puede entrar en la categoría de lo que no resulta indispensable para vivir, pero que llegamos a desear por imitar a quienes admiramos, o por mera comodidad.

Tu presupuesto de gastos debe estar sujeto a tus ingresos; en la medida que ganas, puedes incrementar tus gastos o bien, hacer ajustes y recortes de aquí o allá para poder ir satisfaciendo otras necesidades que vayan surgiendo (y que siempre surgirán, a veces como emergencias de salud, a veces como otros compromisos) y si el día de hoy tu comprometes tus ingresos futuros por la adquisición de un crédito para satisfacer un simple deseo; entonces pondrás en peligro tu estabilidad económica y la de tu familia por un simple momento de debilidad, en el cual tenías el dinero o un crédito disponible, y lo usaste incorrectamente para satisfacer un deseo.

Antes de que llegue el tan esperado “BF”, asegúrate de que tu ingreso disponible estará cumpliendo con las necesidades que tienes en tu vida, antes que los efímeros deseos por algo que el día de mañana, habrá pasado de moda o será tecnología obsoleta, o peor aún, de esos productos que si no cuidas, o si no inviertes en mantenimiento, estarás tirando por la borda tus ingresos y los de tu familia, y no solo los del momento de la compra, sino una serie de pagos futuros a través de un crédito mal usado.

Empecemos preparándonos mentalmente para recibir bombardeos de publicidad: comenzaremos a ver comerciales en donde veamos a gente felizmente comprando cualquier artefacto de alta tecnología (original o de imitación), que bien supone un objeto deseable para una persona promedio, pero que no necesariamente necesitamos para vivir. Si, vemos a mujeres lindas y delgadas, vestidas con lindas prendas y zapatos de moda, y queremos ser como ellas; buscamos desesperadamente imitarlas, lo mismo va con los caballeros y sus modelos masculinos; queremos salir cada fin de semana, tirar la casa por la ventana, queremos estrenar automóvil, queremos estrenar perfume, pantalla plana, videojuegos, celular, todo queremos tener… pero ¿a qué precio? ¿a costa de vivir endeudados? ¿Y si se presenta una emergencia familiar, de salud, de pagar médicos, medicinas, hospitalización? ¿Has pensado en tu futuro y el de tus hijos? ¿Qué les vas a heredar?

Te creo si argumentas que al comprarles el objeto que ellos tanto desean tu sientes bonito por haberle hecho realidad un sueño a tu hijo, pero no siempre se puede. Debes aprender que no siempre podrás satisfacer todos los deseos materiales de tus hijos, ellos deben aprender a valorar las cosas que tienen, que tú con mucho esfuerzo les compras, y que por supuesto, no fueron gratis. (Te sugiero que leas mi columna “La cultura de la deuda y un propósito de año nuevo: ahorrar” que publique en enero de este año).

Recuerda mi querido lector que los hábitos se heredan, son lo primero que aprendemos de nuestros padres y la gente con la que vamos creciendo… Si tú no tienes una vida financiera estable y sana, lo más probable es que tus hijos tampoco la tengan, porque ellos tienden a repetir lo que observaron.
Ahora bien, solo recuerda que ni todo el oro del mundo, ni todos los objetos de última novedad, ni toda la ropa de marca o el último modelo de un automóvil pueden comprar la salud, la vida y el amor. Esto último, el amor, es lo único que podemos poseer realmente aun sin tener absolutamente nada que comer, que vestir o donde vivir; y ese no lo encontramos en ninguna tienda porque sencillamente está dentro de cada uno de nosotros, y tenemos que aprender a distinguir si nuestras compras materiales están buscando satisfacer una carencia emocional profunda.


Imagen: tomada de internet.

Puedes ir y comprarles a tus hijos el último videojuego o consola que salió al mercado; pero jamás puedes recuperar el tiempo que no has estado ahí para escucharlos y decirles cuánto los amas. Puedes comprarle a tu esposa un lindo atuendo de marca, pero eso no reemplazará jamás tu compañía en los momentos de angustia personal. Puedes comprarte a ti mismo el par de tenis más caros que haya en el mercado, pero jamás llenará el vacío que puedes tener ante la falta de autoestima, o la compañía de tus seres amados.

Así que, no me queda más que pedirte, recomendarte y advertirte; que antes de gastar un solo peso de tu aguinaldo y de tu ahorro, o de comprometerte con un crédito por algo que no necesitas, pienses muy bien en todas tus posesiones materiales y tus vacíos emocionales; antes de comprarte un décimo par de zapatillas, tu veinteavo pantalón de marca, tu tercer perfume, tu quinto videojuego, tu sexto abrigo de lana, tu octavo par de tenis… recuerda que hay personas en la calle que andan descalzas y sin comida que llevarse a la boca, sin lugar donde dormir; vistiendo prendas que no les quedan pero que se las ponen porque son lás únicas posesiones que tienen; sin tener un abrigo para taparse del frío, de la lluvia… ¿qué es lo que verdaderamente necesitas? ¿Qué estarás satisfaciendo al comprar ese producto? ¿Si no lo compras te pasará algo malo? Si tus respuestas a estas preguntas son obviamente, la compra por una necesidad vital, adelante, adquiérelo sin remordimiento, ya sea de crédito o al contado, estarás usando en tu propio beneficio la transacción, de otro modo, te sugiero sinceramente, que te contengas de comprar algo que no necesitas y lo piense al menos un día; si pasado ese día aún necesitas ese objeto para vivir, vé y adquiérelo, pero siempre con la plena consciencia de que ese artículo se antepone a tus necesidades futuras.

¿Cuánto tiempo tenemos realmente el dinero que recibimos en nuestras manos? A veces apenas lo cobramos, ya lo repartimos, incluso hay quienes ya tienen endeudado lo que aún no reciben; hagamos una seria reflexión al respecto… La vida venimos a vivirla, a ser felices con nuestros seres amados, y lo único que vamos a llevarnos a la tumba, son precisamente los momentos felices que hayamos tenido.
Ya lo había sugerido en otra columna (“Consumistas”), ¿por qué no tomas a tu familia y se van a pasar un buen rato a la playa, al campo, solo con el pretexto y el motivo de que puedes hacerlo, de que tienen vida y están juntos? Esas experiencias son las que no tienen precio y las que nos forman como seres humanos felices en este maravilloso viaje que es la vida.


¡Cuiden sus carteras!... ¡Hasta la próxima!

lunes, 22 de abril de 2013

La Violencia Aprendida: Nuestros Niños Pagando los platos rotos



Por Melina Ortega.

Tantos son los estudios e investigaciones que avalan la certeza de que la formación de hábitos es una conducta aprendida, nacida de la vivencia y la repetición continua de acciones y reacciones bajo ciertas circunstancias; que no podría citar en este espacio a todos los autores que así lo han demostrado.

La violencia, como toda conducta, se aprende. En la cuna de la sociedad, donde se supone que todo ser humano debería de recibir amor y cuidados para su desarrollo; es precisamente donde se engendra el círculo vicioso cuya enseñanza se trasmite a los hijos, quienes al crecer, si no reciben ayuda a tiempo, reproducen esta condición con su descendencia, cayendo en un cuento de no acabar hasta que alguien decida poner punto final y terminar esa maldición.



 Y no me refiero a un tipo de violencia en particular pues aunque existen diversas formas reconocidas hoy en día (violencia física, verbal, psicológica, de género, etc.), algunas cuyas consecuencias son más brutales que otras, al final, todas resultan ser lo mismo: un maltrato hacia otras personas, sean familiares o no.

Una persona violenta, difícilmente puede decir que no recibió el ejemplo de alguien a su alrededor. Cuando nacemos, y durante nuestra infancia, somos un libro en blanco, no venimos al mundo cargados de pensamientos negativos o con la violencia genéticamente en nuestro ADN.

Por eso es que debemos cuidar lo que nuestros niños ven y escuchan, las amistades que tengan, los lugares donde suelen pasar tiempo fuera de casa, las personas que los cuidan cuando nosotros estamos trabajando, incluso hoy en día, los sitios web que visitan y la música que escuchan; porque son una esponja absorbiendo todo, aun cuando parezca que no están poniendo atención.



¿En tu casa no hay violencia conyugal? Felicidades, entonces ahora piensa ¿Qué tipos de juguetes le compras a tus hijos? ¿Pistolas de agua, espadas de plástico, tanquecitos de guerra, soldaditos armados, video juegos bélicos? ¿Qué programas suele ver en la televisión? ¿En qué sitios navega por la web?



El “Bullying”, es una forma de violencia recientemente reconocida; que solo los padres de los niños que lo sufren parecen tomarle importancia. Si la escuela es el lugar donde los niños pasan más tiempo después del hogar, ahora imaginemos la vida de un niño violentado todas estas horas, todos los días escolares, sin recibir ayuda de nadie. Estos pequeños, a su corta edad viven con miedo, presentando cuadros de estrés que minan su sano desarrollo.



¿Por qué la sociedad sigue buscando respuestas a hechos violentos cuando no hacemos esfuerzos considerables por ver las señales de alarma frente a nosotros? Si tienes un hijo abusador, debes reconocerlo, y tomar urgentemente cartas en el asunto. El abuso no se limita a golpes, si tu hijo suele burlarse de los demás, debes preocuparte por ayudarlo a cambiar ese hábito. Debemos inculcarles el valor del respeto a sí mismos, respetándolos, para que aprendan a respetar a los demás; para que puedan comprender, que son personas con derechos, en una sociedad que busca convivir en paz. La violencia solo genera más violencia, del mismo modo que los gritos obtienen gritos más fuertes. No violentes a tu hijo, escúchalo.



Ensenada ya fue testigo de un ataque cuchillo en mano por parte de un niño víctima de bullying contra sus dos compañeros agresores. Los ataques con armas de otros niños en sus centros escolares alrededor del mundo, podrían ser parte de este síntoma también.

Si señores, la violencia se aprende. Aunque no queramos aceptarlo, la tenemos justo frente a nosotros y a veces cuesta trabajo reconocerla, pero si rebuscamos podemos encontrar que hay incluso, una violencia justificada en aras de la defensa divina.



Somos la única especie que hereda el odio a sus hijos. Hacemos que paguen nuestros platos rotos, rompiéndoles los sueños, y la esperanza de vivir en un mundo sin violencia: antes de empezar a caminar, se dan cuenta de que un golpe, un grito pueden venir de quien se supone los ama. Antes de conocer a más personas, ya aprendemos que nuestra propia familia es a veces el peor de nuestros verdugos. ¿Ya hablaste con tu hijo hoy?


lunes, 15 de abril de 2013

Pobreza y Obesidad Infantil en México: Las dos caras de la Moneda

Por Melina Ortega Pérez Tejada.

Mientras que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2012) en México informa que un 32% de los niños entre 5 y 11 años de edad tienen sobrepeso; el 54% de los niños y adolescentes mexicanos se encuentra viviendo en situación de pobreza, y un 13% de ellos está sumergido en la pobreza extrema. 

De hecho la población infantil que tuvo mayor pobreza y vulnerabilidad fueron los niños entre 0 y 5 años, prácticamente bebés, que se encuentran sobreviviendo en hambruna, falta de acceso a servicios de salud y educación. 7 de cada 10 niños o adolescentes, de este grupo son indígenas (CONEVAL, 2013).



Esto indica que respecto a cifras del 2008, hubo un crecimiento en la carencia de acceso a la alimentación, al mismo tiempo que disminuyeron sus ingresos; ya en otras columnas he informado los datos sobre el trabajo infantil, que lejos de ser un mito, es una triste realidad que afecta a nuestro país y en todo el mundo, hasta en las naciones más desarrolladas.

Resulta ilógico que mientras la mitad de nuestros niños se mueren de hambre, la mayor parte de la otra mitad tenga problemas de sobrepeso, dados naturalmente por el exceso de alimentos más que por la falta de ejercicio, o los alimentos chatarra, pues éstos no dejan de ser bocado que llevarse a la boca; existiendo niños que ni eso pueden comer.

Ban Ki-Moon, Presidente de la ONU sostiene que en el mundo hay suficientes alimentos para toda la población, pese a ello, hay casi mil millones de personas en el mundo pasando hambre. Shutter (2011), por su parte, dice que “cuando un niño o niña muere de hambre en el mundo, él o ella han sido asesinados”; en este contexto, recuerdo una frase: “No puedo aventar mi pan hasta África”, argumento de quienes tiran la comida justificando no poder enviarla hasta la población hambrienta; sin embargo, no tenemos que ir al otro lado del mundo para poder ayudar a quienes menos tienen, o para poder compartir, no las sobras de lo que no consumimos, sino un poco de lo que tenemos, mucho o poco; nadie se vuelve más rico por no ayudar, ni se queda más pobre por hacerlo.

Tristemente puedo asegurarte, que si de momento no te viene a la mente el nombre de algún vecino o conocido tuyo que sepas que está pasando por momentos difíciles, y que tiene niños que dependen de ésta persona para poder llevarse alimento a la boca; te invito a hacer memoria; a reflexionar un poco y podrás darte cuenta de que ´siempre podemos ayudar a alguien, conocido o desconocido, en nuestro día a día´, no me refiero a que regales dinero; hablo del hecho de que en tu despensa puede haber una sopa o un kilo de arroz,  que tú de momento no estás consumiendo y que puede ser el alimento del día de un niño a tu alrededor.

No hay nada más desesperante que tener hambre y no tener alimento para comer, pero en el caso de los niños, como bien dijo Shutter, morir de hambre equivale a un asesinato, cuyo homicida es la sociedad en general; al no exigir a su gobierno que atienda el problema urgentemente hasta erradicarlo, al permitir que nuestros impuestos se vayan gastando en asuntos menos importantes como pines de oro y seguro de gastos médicos mayores para nuestros legisladores, cuando todo ese dinero pudiera destinarse a comedores en escuelas y asegurar el alimento para nuestro futuro: los niños.

Siempre hay maneras de actuar. No estoy diciendo que te quites el alimento de la boca o se lo quites a tus hijos, pero piensa un minuto y si fueran ellos quienes estuvieran en esa situación, ¿no te gustaría que recibieran un poco de ayuda? Tal vez cambies la vida de un niño con una sola acción que hagas.

¿Problemas de obesidad? No pongas a tu hijo a dieta, mejor enséñale a compartir los alimentos. Eso sí, antes de tirar tu comida, o de permitir que tus hijos la desperdicien; recuerda que mientras tú estas satisfecho; hay 21 millones de niños mexicanos con hambre.









eclecticahoy@gmail.com

lunes, 8 de abril de 2013

Caminito de la Escuela*

*Por Melina Ortega.

Hablar de la educación, en sentido estricto, obedecería a la formación que se recibe propiamente en la escuela. Cada día, millones de niños en el mundo emprenden caminito a la escuela para recibir enseñanza. Algunos cubren largas distancias a pie o en autobús, barca, bicicleta, taxi, trineo o en el metro. 

Aquí, en la Delegación de Ojos Negros, Baja California; hay casos de niños que caminan descalzos en pleno invierno para acudir a la escuela, algunas veces con la barriga de farol, pero siempre con el deseo de aprender algo nuevo.




Si bien la educación recibida en la escuela no sustituye de ningún modo a la educación en valores recibida en la familia, existe suficiente evidencia empírica demostrando que la escuela constituye una organización social importante para poder formar a los futuros ciudadanos de cualquier lugar, sociedad y cultura (Denegri, 1998).

Acudir a la escuela representa la oportunidad única para que los niños puedan ser instruidos no solo en las ciencias básicas y humanas que tradicionalmente forman parte del nivel mínimo de conocimientos que nos sirven para saber, los descubrimientos hechos por el hombre y la historia de la humanidad así como la de nuestro país; sino que es, un proceso de transformación de los pequeños seres humanos, en personas capaces de convivir en el grupo social donde se encuentran inmersos. Ya desde tiempos ancestrales, cada etnia y cada pueblo tenían su propia escuela, centros de transmisión del conocimiento; que en algunos casos solo estaban permitidos para clases sociales privilegiadas.

México ha pasado por un largo y doloroso proceso de cambio en lo que a educación se refiere: desde tiempos de la conquista, pasando por épocas porfirianas y las guerras cristeras, podemos ver que la educación para todos los niños y sobretodo, gratuita; constituye uno de nuestros más preciosos logros como sociedad; pero considerando el hecho de que aún no existen suficientes docentes que instruyen este conocimiento básico en lenguas y dialectos indígenas; aún falta camino que recorrer para lograr por ejemplo, una tasa de alfabetización del 100%.

Al cumplir 5 años de edad, un niño en México debería de estar acudiendo al tercer nivel del preescolar; incorporarse a la primaria al tener 6 años cumplidos, pero datos censales indican que 3.6% de la población infantil de 8 a 14 años, no sabe leer ni escribir, 29.6% de los cuales no asiste a la escuela por lo que resulta probable que no adquieran esta habilidad o la adquieran tardíamente, si se incorporan nuevamente al estudio.

En Baja California, el 5.5% de la población de 5 a 14 años del 2010, no asistía a la escuela; 2.2% de la población infantil de 8 a 14 años, no sabía leer ni escribir, 32.1% de los cuales ni siquiera iba a la escuela.

No recibir la educación elemental para adquirir la habilidad de la lectoescritura atenta contra un derecho universal y los efectos devastadores para quien lo padece, “hacen que las personas presenten baja autoestima, escasa autonomía y poca reflexión crítica; ser ‘víctimas de engaños’ y presentar limitaciones para conocer y acceder a sus derechos individuales que por ley tienen, así como para participar en la consecución de los derechos colectivos, esenciales para la dignidad del ser humano”.

El derecho de los niños de acudir a la escuela en lugar de estar trabajando; debería ser tomado como una obligación por toda la sociedad para expandir programas destinados únicamente a ello: becar a los que no pueden estudiar por estar trabajando para sobrevivir, es una de las obligaciones que permea en el gobierno de cualquier país.

Jhones (1995) sostiene que la educación aumenta la productividad marginal de los individuos, Blaug (1996), dice que la educación es una herramienta que permite a las empresas identificar a los trabajadores más productivos; podemos inferir entonces que la educación no solo conviene a cada individuo sino que se traduce en un bienestar general, multiplicando los efectos para todos.

Si la pirámide poblacional se sigue invirtiendo, tendremos menos niños en cada generación; ¿no deberíamos estar trabajando para lograr que todos ellos tengan instrucción suficiente para vivir dignamente y sacar el país adelante? Para Gabriela Mistral, el futuro de los niños es hoy, mañana será demasiado tarde.


eclecticahoy@gmail.com

Las imágenes que se adjuntan en esta columna, fueron tomadas de kurioso.es**, mostrando niños alrededor del mundo en diferentes condiciones adversas para poder ir a la escuela:













¿Quiere ver un excelente reportaje sobre las condiciones que millones de niños alrededor del mundo deben afrontan diariamente para poder acudir a la escuela?, aquí el enlace: "Papá, Hoy no me apetece ir al Colegio"



lunes, 1 de abril de 2013

La Pequeña Sociedad Trabajadora.

Por Melina Ortega.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo casi 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos de tiempo completo, que no pueden ir a la escuela, tampoco pueden jugar; más de la mitad se encuentran expuestos a las peores formas de trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso.



Imagen: tomada de elblogdelrauls.blogspot.com

En México los datos censales para determinar la población infantil van de los 0 hasta los 14 años cumplidos; porque a partir de los 14, se puede incorporar a trabajar teniendo autorización de los padres, pero al tener 16 ya no se necesita este permiso, pudiendo trabajar por su propia cuenta.

Según la Encuesta de Ocupación y Empleo en México, la tasa de ocupación infantil por edad es de 1.9% en los niños de 5-9 años; 6.4% en niños de 10-13 años y 24.8% en los de 14-17 años.

El 47.3% no recibe ingreso o su pago es en especie, 31.9% tienen jornadas mayores a 34 horas semanales; 5.7% trabajan en lugares no apropiados, 27.2% están expuestos a riesgos de trabajo y 4% tuvo algún accidente, lesión o enfermedad que requirió atención médica.

Cuatro de cada diez niños trabajadores no asisten a la escuela; y tan solo en la población infantil jornalera agrícola (39.1% de la población trabajadora agrícola, es menor de edad), la SEP calcula que menos del 10% de los niños jornaleros van a la escuela.




En 2010, para Baja California, 5.7% de los niños de 5-17 años realizaban una actividad económica, y por edad, la tasa de ocupación fue de 0.6% en los niños de 5-9 años; 3.2% en los que tenían de 10-13 años y 14.4% en los de 14-17 años.

El 35.8% necesita el dinero para pagar su escuela y/o sus propios gastos, 30.4% declaró que en su hogar necesitan de su aportación económica o su trabajo y 16% trabaja para aprender un oficio.
Imaginarse a un “adolescente” trabajando no supone alarma para la sociedad, puesto que es “natural” y la mayor parte de las veces, “bien visto” que a esta edad teniendo ciertas ambiciones respecto al consumo de algunos productos y servicios que en algunos casos son necesarios y en otros, llegan a ser lujos para los padres que al tener un ingreso promedio, no pueden costear (celulares, computadoras, ropa de “marca”, etcétera), sean ellos mismos quienes trabajando aprendan a ganarse su ingreso y valoren el esfuerzo que representa traer dinero en el bolsillo. Sin duda esta experiencia puede forjar el carácter financiero, bajo un contexto de auto satisfacción económica dejando de lado el solo estirar la mano para recibir todo en bandeja de plata.



Pero hablar de trabajo infantil, bajo un contexto emanado de la pobreza y las condiciones de sobrevivencia diaria; debe tomarse tan en serio como el tema del aumento de impuestos.

¿Qué orilla a un niño menor de 14 años a trabajar, cuando su única obligación es estudiar? 

¿Qué necesidad debe satisfacer para dejar el sueño y el juego por un lado, acudiendo a pizcar el campo en la madrugada, a limpiar carros, vender dulces o empacar mandado?

¿Quién bajo su propia voluntad manda o permite que estos niños se incorporen tan pequeños a una actividad laboral que en condiciones normales, ningún adulto haría sin una paga de por medio? 

Solo la necesidad, hija de la pobreza; que en lugar de disminuir, ascendió a poco más de 3 millones del 2008 al 2010.



De acuerdo a la UNICEF, el trabajo infantil constituye una violación de los derechos de los niños, impide su sano crecimiento truncando su desarrollo escolar, representa un obstáculo en el desarrollo social y económico de cualquier país, pues impide generar las competencias de su futura fuerza laboral favoreciendo la transmisión intergeneracional de la pobreza, al tiempo que perpetúa las desigualdades existentes.


No debemos considerar el trabajo infantil como la elección de un niño: no por gusto se deja a un lado el juego para iniciar una vida laboral. En la medida que reciban las oportunidades y ayuda necesaria para vivir dignamente y desarrollarse sanamente, estaremos forjando un futuro de bienestar para toda la sociedad. 

Ellos son personas hoy y serán los adultos de mañana, pero jamás volverán a ser niños....
"El futuro de los niños es siempre hoy, mañana será tarde" [Gabriela Mistral]



lunes, 25 de marzo de 2013

Capacitación: La Clave para el Éxito de toda Empresa.



Por Melina Ortega.

Un elemento sustancial para poder desarrollar exitosamente toda labor, es tener capacitación en nuestro trabajo. Capacitar, “es hacer o volver a una persona apta, habilitándola para algo” (RAE, 2013); en este sentido, debe haber una transformación específica para realizar ciertas tareas determinadas.


Imagen: godtype.com

Para las grandes empresas, la capacitación no es solo una norma que  se debe seguir para obtener certificaciones oficiales; forma parte de una política de calidad en su servicio y en sus productos. En estos casos, estos gigantes empresariales suelen invertir grandes sumas para contar con toda una plantilla capaz en cada uno de sus departamentos. Y aunque estos gastos resultan totalmente deducibles de impuestos, debe haber previamente una planeación cuidadosa y detallada en base a ciertos análisis de costo beneficio; esto aplica tanto en las grandes empresas como en las pymes.

Además de la capacitación para desarrollar y mejorar habilidades técnicas, tecnológicas y profesionales, los autores Bateman & Snell (2009), aseguran que hoy en día, existen capacitaciones necesarias para poder contar con recursos humanos capaces bajo un mundo competitivo en el cual, el liderazgo y la colaboración van de la mano.

Estas capacitaciones puede ser: 
1) De Inducción (dirigida solo a empleados nuevos), que ayudan a disminuir el índice de renuncias al familiarizar a los nuevos empleados en su trabajo; 
2) Capacitación de Equipo, que resulta indispensable para que los empleados aprendan a desarrollar habilidades y perspectivas necesarias para colaborar juntos; y 
3) Capacitación en Diversidad, que incluye la creación de conciencia y el desarrollo de habilidades para trabajar con personas distintas.

Conozco casos de empresas que contando con programas de capacitación continuos, parecen no estar del todo analizados, incurriendo en costos que se pueden reducir, para dar oportunidad de un beneficio más certero, distribuido equitativamente entre toda la plantilla laboral.

NO costea, para ninguna empresa, estar enviando uno por uno a los trabajadores por separado a tomar cursos en otra ciudad, cuando se tiene la necesidad de que toda la plantilla tome la capacitación. Esto significaría gastar en traslado, hospedaje y alimentación (THA) para cada uno de los trabajadores que asistan; además de tener que sufrir la ausencia del trabajador cuando pudieran presentarse casos en los cuales se necesite tenerlo en la ciudad.
¿Por qué gastar de más? Si la empresa puede traer al instructor, a la ciudad en donde quiere capacitar a los empleados; el curso puede impartirse en las mismas instalaciones de la empresa, así pueden capacitarse todos los empleados al mismo tiempo, sin tener que escoger quien tomará el curso; todos pueden asistir.
Para el caso de las PYMES, surge la conveniencia de reunirse en grupo, para costear entre varias, el THA de un instructor; aunque para eso están los organismos empresariales, quienes tienen un programa de cursos y actualizaciones certificadas durante todo el año.

Un proceso de planeación de capacitación exitoso tiene que pasar por 4 fases: Primera, la evaluación de las necesidades y requerimientos de capacitación, se deben aplicar un análisis laboral y de desempeño como indicador y base.

Segunda, hay que diseñar el programa de capacitación, cuyos contenidos y objetivos cubran las necesidades identificadas.

Tercera, se debe decidir cuáles y cuántos métodos de capacitación se usarán, en base a lo anterior y al presupuesto que tengas. Como dije, es más redituable traer al instructor a la empresa; en este caso, tu presupuesto debe cubrir todos los costos, pero ten en cuenta que siempre será menor que la opción de enviar a todos los empleados fuera de la empresa, y te dejarán mayores beneficios, como poder capacitar a todos, no solo a uno.

Cuarta, se deben tomar en cuenta medidas de efectividad y evaluación que permitan medir el desarrollo alcanzado, mostrando resultados concretos: aumento de productividad, disminución de errores, de tiempo, mayor calidad en el servicio, etcétera.

Jack Welch, quien fuera elegido como “El Ejecutivo del Siglo XX”, afirma que el talento de los empleados, es el mayor activo de la compañía; por ello jamás dejó de invertir en la capacitación, “el equipo con los mejores jugadores, siempre gana” y 400,000 millones de dólares generados en sus 20 años de gestión como Director, son una prueba de ello.

eclecticahoy@gmail.com

lunes, 18 de marzo de 2013

Valora los Activos Intangibles de tu Negocio*



Por Melina Ortega.

¡Qué placer poder proporcionarte esta información tan valiosa para tu empresa! Hoy hablaremos de un aspecto remotamente conocido por las pymes, que tiene  uso muy frecuente por las grandes empresas: la Valuación de los Activos intangibles.

Empecemos con la definición de lo que es un Activo: “Es el conjunto de bienes y derechos reales y personales sobre los que se tiene propiedad. Término contable y financiero usado para definir el conjunto de recursos con los que cuenta una persona o una empresa”. Es muy común que en el activo del negocio, valoremos los bienes muebles e inmuebles, y todo lo que podemos tocar, es decir, todo lo tangible.



Esto ha ocasionado que se dejen olvidados, aquellos bienes que toda persona y toda empresa posee; características únicas que nos hacen ser diferentes unos de otros, y que aunque no se puedan tocar, no significa que no existan, pues al poder comprobar sus resultados y sus efectos (el prestigio que nos crea, la ganancia que nos generan); tenemos la oportunidad de valorar.

De acuerdo a  la Licensing Economics Review (Octubre 1991), “Los intangibles, comprenden aquellos activos no comunes y no físicos que posee la empresa sobre ciertos derechos legales o de ventajas competitivas”.

En México, de acuerdo al Boletín C-8, de la Comisión de Principios de Contabilidad del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, definimos los Activos Intangibles de la siguiente forma: “Se refiere a los activos circulantes que sin ser materiales o corpóreos, son aprovechables en el negocio”.
¿Cómo puedes saber si tienes Activos Intangibles en tu Empresa? Puedo mencionarte 5 características que deben tener, éstas son:

1.    Identificación específica.
Debe tener una descripción que permita reconocerlo  (un proceso, un sistema, una marca, un prestigio, una tradición, etcétera). Bueno, para empezar, con el puro nombre de tu negocio puedes tener un Activo Intangible, siempre y cuando ya tengas cierto prestigio en tu comunidad y en tu mercado.

2.    Existencia y Protección Legal.
Se debe tener la certeza de que existe, y más aún, la protección adecuada para ello. Si por ejemplo, tienes una Marca, y no la tienes registrada adecuadamente; no puedes considerarla parte de tu activo, ya que al no estar protegida, se encuentra expuesta a que cualquiera la registre y pierdas los derechos sobre ella.

3.    Derecho de Propiedad Privada y dicha propiedad debe ser transferible.
Al tener protegido tu Activo Intangible correctamente (Derechos de Autor, Patente, Marca Comercial, etcétera) debes poseer un Título que así lo certifique. Ese papelito, simple y llanamente te otorga los derechos de uso y disfrute del bien, puedes otorgar licencias, permisos, rentarlos, venderlos, etc. A eso se le llama Derecho de Propiedad privada y al ser privada es transferible.

4.    Evidencia de su existencia por medio de contratos, registros, información, etc.
Todo lo que te sirva para comprobar que el Activo en cuestión le pertenece a tu empresa; incluyendo cartas, documentales de investigaciones, diarios, bitácoras y otros registros que te sean útiles en algún momento dado, para poder ponerle “precio” a ese activo: antigüedad, prestigio, apreciación, etc.

5.    Debe tener potencialidad para generar utilidades futuras.
Esta es la característica más importante que debe tener un activo intangible para poder darle valor: tener posibilidades para generar ingresos; si es que no los ha generado todavía.
Por ejemplo, si un restaurante cuenta con un proceso para cocinar “único”, o una receta secreta que deje sus platillos con ese toque especial que en ningún otro lugar se puede encontrar, entonces es probable que hablemos de un activo intangible; ya que puede generar ingresos a través de este bien: transferirlo, venderlo, rentarlo, etc.

Estos Activos permiten obtener ingresos residuales por el pago de derechos (cuando están debidamente protegidos); y en la medida del éxito de ellos puedes llegar  a vivir solo de las ganancias que éstos te den, así que déjame preguntarte otra vez:

¿Tienes Activos Intangibles en tu empresa? ¡Busca un perito valuador que te certifique el valor de tu Activo Intangible, le agregará más valor y prestigio a tu negocio, te llevarán a mercados que nunca soñaste entrar, y ¿quién sabe? Tal vez algún día, tu pequeña empresa cotice en la Bolsa de Valores.

lunes, 11 de marzo de 2013

Ahorra para tu Vejez, Si de Nadie quieres Depender.**



**Por Melina Ortega Pérez Tejada

La Teoría del Ciclo de Vida de Modigliani y Brumberg (1954), establece que las personas tienen un ciclo de vida económica ajustado a su ciclo de vida natural: al nacer y durante la etapa de niñez no podemos mantenernos por nosotros mismos, (dependemos de alguien más para poder vivir); posteriormente llegamos a una edad en la que podemos incorporarnos a un empleo empezando a recibir nuestros propios ingresos y ahí comienza nuestra etapa productiva en la cual, deberíamos de guardar parte del dinero ganado; puesto que no toda la vida podremos mantenernos activos económicamente, y de acuerdo a esta teoría; al llegar a la vejez dejamos de trabajar (y de recibir un sueldo), entrando nuevamente a una etapa de “desahorro” en la que necesitaremos seguir disponiendo de recursos financieros para poder vivir.



De hecho, el ahorro para el retiro que se hace por Ley en México tiene su fundamento en esta teoría. El ciclo de vida de las personas inevitablemente tiene periodos de inactividad económica en los cuales no podemos dejar de consumir lo necesario para seguir viviendo; lo que es más, si llegamos a enfermar, no solo ocuparemos alimentos, vestido y comida, también podría resultar necesario un cuidado médico especial para ello.

En 1997, nacieron las AFORES como una opción para el manejo del ahorro para el retiro de los trabajadores afiliados al IMSS (en un principio). De manera que, si en tu trabajo tenías las prestaciones de Ley básicas, podías gozar del privilegio de tener una AFORE en la cual se hacen los depósitos del patrón, del Gobierno y los propios para poder retirarse de la vida económicamente activa y disfrutar de un periodo de vejez tranquilo mientras se recibe una pensión para seguir pagando los gastos de la vida.

Pero, ¿qué pasaba con todas las personas que NO tenían prestaciones de Ley? México se caracteriza por ser un país de microempresas, ante tal situación, habría que preguntarles a los propietarios de pequeños negocios; si se encuentran preparándose para su vejez. Lo mismo va con los trabajadores por honorarios y comisiones, y  los trabajadores informales que no pagan impuestos; desprotegidos todos, si de ellos no nace crear su propio fondo de ahorro, muchas de éstas personas se verán en situación de carencias y necesidades en su vejez.

La maravillosa noticia, es que eso se acabó desde el 2005, cuando se hizo una reforma a esta Ley, desde entonces cualquier persona que quiera, puede acudir a las instituciones que ofrecen AFORES, sin necesidad de que exista una relación laboral de por medio con un patrón o una afiliación al seguro social; y abrir su propia cuenta de ahorro para la vejez, como “trabajador independiente”. Desde amas de casa hasta trabajadores por cuenta propia, todos pueden abrir su propia cuenta de ahorro para retiro y hacer aportaciones voluntarias, infórmate si estás interesado.

A todo esto debemos sumarle un factor muy importante: De acuerdo al INEGI (2010), desde hace aproximadamente dos décadas la pirámide poblacional mexicana ha cambiado; las parejas están teniendo en promedio 2 hijos, en lugar de los 4 o 6 que solían tener hace 30 años o los 9 o 13 que solían nacer hace 50 años. Hoy la mayor parte de la población se encuentra justamente en la etapa productiva de su vida: 65% tienen edades económicamente activas entre los 16 y los 64 años, una parte más pequeña se encuentra entre los que se consideran dependientes económicamente: 29.4% de la población tiene 14 años o menos y un 5.6% tiene 65 años o más; en algunos años, tal vez las medicinas tengan más demanda que las bebidas alcohólicas y los hospitales tengan más visitas que los centros nocturnos.

¿Tienes tu propio negocio? ¿Te pagan por honorarios? ¿No tienes prestaciones de Ley en tu trabajo? Algún día llegarás a la vejez, y no podrás seguir trabajando, ¿lo habías pensado? Bueno, salvo que quieras depender de alguien más para vivir esta etapa de la vida; sería muy buena idea iniciar tu propio fondo de ahorro; hasta en la Biblia nos mandan el mensaje: Guardar en época de vacas gordas para cuando las vacas estén flacas.


lunes, 4 de marzo de 2013

Celebremos el Día Internacional de la Mujer*

Cada 8 de Marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer


Por Melina Ortega.

En México hay 57.5 millones de mujeres y 54.9 millones de hombres, es decir, una relación de 95 hombres por cada 100 mujeres. De acuerdo al INEGI (2010) esto se explica porque las mujeres tienen mayor sobrevivencia que los hombres, aunque, hablando en estadísticas de nacimientos, nacen más hombres que mujeres en todo el mundo y México no es excepción.



En Baja California, al 2010 había 102 hombres por cada 100 mujeres, y paradójicamente, nuestro Estado es uno de los 5 con mayor número de hogares encabezados por una mujer.

México fue de hecho, el país bajo el cual dio inicio la primer Conferencia Mundial sobre la Mujer, coincidiendo con el primer Año Internacional de la Mujer, declarado por la ONU en 1975. Dicha conferencia, marcó también el decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985) declarado oficialmente 5 meses luego del encuentro en la capital mexicana; promulgando el nacimiento de una nueva era en lo que a la defensa de los derechos de la mujer se refiere y la lucha internacional por la equidad de género.

Además de todos los logros emanados de aquel encuentro a nivel internacional, en 1980 se creó en México el Programa Nacional de Integración de la Mujer al Desarrollo, el cual propuso un conjunto de iniciativas específicas orientadas a promover el mejoramiento de la condición social de las mujeres mexicanas. En 1985, se instaló una Comisión para coordinar las actividades y los proyectos sectoriales en la materia y para preparar la participación de México en la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer (Instituto Nacional de las Mujeres, 2012).

México fue uno de los tres países que aportó dinero para la creación del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), y aunque saber esto nos llena de orgullo a las mexicanas, al ser un país promotor de la defensa de los derechos femeninos; aún nos falta mucho por hacer en distintos ámbitos respecto a las necesidades existentes, resaltando el hecho de que las ideas preconcebidas culturalmente sobre los roles de género tienen mucho que ver ante las decisiones de cada persona frente a situaciones cotidianas.
6 de cada 10 personas del 6.9% de la población mexicana de 14 años o más que no sabían leer y escribir, son mujeres; además, estadísticamente es mayor el número de mujeres que trabajan en actividades informales y en empleos sin prestaciones de Ley, respecto a los hombres. En todos los niveles educativos, INEGI (2010) ha encontrado que las mujeres reciben salarios menores que los hombres con igual nivel de escolaridad; y que el porcentaje de mujeres sin pareja manteniendo a sus hijos, es mucho mayor que el de los hombres en esta misma situación.

Cada quien es libre de pensar y creer en lo que quiera; pero no debemos encasquetar papeles y roles domésticos, porque tan necesario es el hombre como la mujer en la consecución de la vida misma, en la educación, como en cuestiones de participación económica, social y política. De hecho, el 51.6% del padrón del IFE está compuesto por mujeres.

La construcción de una verdadera democracia, tiene implícita la aceptación de los papeles que cada quién decida ejercer, siempre y cuando se otorguen las circunstancias y las oportunidades para poder hacerlo; no importando si se es hombre o mujer; aunque para las mujeres, cobra especial importancia porque desde épocas milenarias, hemos sido una fuerza de respaldo ante las decisiones tomadas por los hombres.

La equidad no está determinada por el número de puestos políticos ocupados por un género u el otro, está en función del grado de desarrollo que alcancemos ambos géneros, lo cual se dará cuando aceptemos que nuestro objetivo es el mismo: vivir dignamente y en paz.

Desde el 2007, la SEP hace lo propio, al incorporar un cuaderno de trabajo para los docentes respecto a la equidad de género y la prevención de la violencia; sin embargo, nuevamente lo digo, el cambio empieza en el hogar, en la familia, la cuna de nuestros pensamientos. ¿Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer? No señores, la frase correcta es “Al lado de un gran hombre hay una gran mujer”.


jueves, 28 de febrero de 2013

Aviso Importante a los Lectores del Blog! TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR ESTAN RESERVADOS:


¡Que placer estar de vuelta escribiendo!

Me había alejado por algún tiempo del teclado, pero solo físicamente, ya que mi corazón acumulaba los deseos de seguir escribiendo, ayudando a quienes quieren iniciar su propio negocio y quienes ya lo tienen pero necesitan consejos para solucionar sus problemas.

Antes tenía una web llamada “creciendonegocios.com”, pero debido a la falta de tiempo para poder atenderla, dejé de pagar el domino. Luego, volví a escribir a través del blog “Creciendo Negocio$, Donde querer, es Poder!”, pero también tuve que dejarlo debido a que la escuela me acaparaba de tiempo completo. Sin embargo, todo el material que en éstas páginas web se publicó, sigue siendo de mi propiedad. Recuerden que los derechos de Autor son los únicos que se pueden heredar, ya que nunca caducan.



Sin embargo, aún tengo la costumbre de "googlear" mis artículos. Lo hago por dos razones: la primera es, obviamente darle seguimiento al efecto multiplicador que supone subir información útil a la web, ver en dónde me han publicado, a quienes les ha servido la información que brindo y por supuesto las inquietudes que de estos salgan a la vista de los lectores.

La segunda razón, es para monitorear que no se roben mi intelecto. {Ya se pueden reír} Pero así es.
Lamentablemente todavía hoy, existen personas que por desgracia tienen la mente muy cerrada y no alcanzan a comprender que en la web difícilmente se pueden ocultar a los verdaderos autores de material que "roban", dándole a veces un cambio en el título del articulo o cambiando algunas palabras para firmarlo con su nombre como si fuera autoría suya, cuando este tipo de delitos es tan facil de detectar y de comprobar, mediante archivos con fechas, al verdadero creador del material y así, proteger su propiedad intelectual.

Me he sorprendido de ver la cantidad de sitios web que siguen publicando mis artículos. Quiero darles las gracias a todos, para mí es un honor que reproduzcan lo que humildemente sale de mi mente y de mi corazón, esperando sea para el beneficio de todos (o la mayoría).

Pero lo que más me ha sorprendido, sin duda es la todavía existencia de "autores" que han robado descaradamente mi material y lo han republicado en sitios web de su país, firmando los artículos como si fueran propios. No voy a mencionar nombres, pero uno de estos pseudo autores, “piratas”, incluso resultó ser ¡Un abogado! Así es, el Señor tomó mi artículo “5 pasos para abrir tu Negocio” y lo publicó en una web española firmando como si Él lo hubiera escrito… Por supuesto que envié un email al sitio web, explicando la situación; y ellos mismos se dieron a la tarea de checar, devolviéndome el correo con una disculpa, afirmando que existía suficiente material en la web (con fechas en memoria caché), para determinar que efectivamente, ese artículo era de mi autoría.

¡Pero qué poca manera de perder la ética profesional! ¿Que nadie les ha dicho que en la web es tan fácil detectar el plagio y rastrear la fuente original? Ya ni siquiera los estudiantes hacen tan obvio el "copy-paste" de internet, ¡porque los maestros ya lo tienen prohibidísimo!

Por esa razón, es que decidí volver a publicar mi propio sitio web. Claro que esta vez, más modestamente lo hago desde blogger porque ya la economía por la que estoy atravesando no me permite pagar un dominio propio, sin embargo, esto también les demostrará que cuando se quiere, se pueden hacer las cosas, aunque no se tenga dinero, se buscan las maneras de hacerlo sin costos y este es el resultado... ¡estoy publicando otra vez desde blogger! ¡Sin pagar un dominio!

¿Y saben qué? ¡es mucho más fácil hacerlo desde aquí que desde mi propia web!! ¡En serio! Es increíble la tecnología gratuita a la que podemos acceder gracias a grandes compañías como Google.
¡Muchas Gracias Gmail! ¡Muchas Gracias Blogger!

Algunos de los artículos que ven, ya habían sido publicados en otros sitios de los que tuve el placer de colaboradora, es decir, material que ya tengo hecho y que ha ido rodando por la web.

Además, seguiré escribiendo sobre temas de interés en el ámbito empresarial, finanzas personales y educación financiera; todo bajo una perspectiva de pluralidad, enfocado desde un punto de vista social, porque todo lo que nos acontece, está basado en nuestra sociedad, que a su vez, tiene fundamento en la familia, núcleo de todo grupo social.

Aclaro por supuesto que no puedo comprometerme con más de una publicación periódica por  semana; porque en estos momentos me encuentro concluyendo una Maestría y además estoy tomando un Curso a distancia de la OMPI -Organización Mundial de la Propiedad Intelectual- con sede en Ginebra, Suiza; y por obvias razones, no tengo mucho tiempo disponible para dedicárselo a mis pasatiempos -escribir para mí, ¡es una verdadera pasión!- sin embargo, haré lo que me sea posible.

Por último, quiero decirles que todo mi material aquí publicado puede reproducirse siempre y cuando me citen como la Autora dando los respectivos créditos y tal vez, un enlace a mi blog... si les gusta algo a ustedes, ¡probablemente les gustará a sus lectores!

Los invito, a escribirme y contarme sus problemas empresariales, darme sus opiniones y puntos de vista al respecto, recuerden que todos podemos aprender algo de los demás, así que me gustaría mucho aprender de ustedes.

Este blog está hecho con todo mi corazón... ¡Espero que les guste leerlo, tanto como a mí me encanta escribir!

Sinceramente,
Melina Ortega Pérez Tejada.

lunes, 25 de febrero de 2013

Día de la Familia Mexicana*

Por Melina Ortega.

Peter Drucker, exitoso autor sobre temas gerenciales; menciona que hablamos mucho sobre la nueva economía, pero no sobre la nueva sociedad, siendo ésta mucho más importante para poder explicar todo lo que acontece alrededor, argumentando que no es posible escribir sobre gerenciamiento si no se analiza a la comunidad y la sociedad previamente.



La familia, es el primer grupo al que pertenecemos: a través de ella es como obtenemos los primeros valores y concepciones que sentarán las bases para definir en gran parte, las personas en que nos convertimos en la vida adulta (Jaramillo, 2007).

Una familia puede estar integrada por solamente dos personas (un matrimonio, un par de amigos o una madre sola con su hijo), o bien incluir muchas en un grupo que, puede estar unido por lazos que van más allá de la consanguineidad; tan es así que las frases “es más padre el que cría que el que engendra” y  “los amigos son la familia que escogemos” reflejan el grado de acercamiento que involucra considerar una persona como parte de tu familia.

Este primer domingo de marzo, celebraremos el Día de la Familia Mexicana; de acuerdo al INEGI (2010), la familia es el grupo social básico en que la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades y en el cual los individuos construyen una identidad por medio de la transmisión y actualización de los patrones de socialización.

Estadísticamente hablando, en México el 90.5% de la población se encuentra viviendo en hogares “familiares”, que son los que encuentran fundamento en las relaciones de parentesco entre sus miembros, hay casos donde el jefe convive sólo con sus hijos (hogar monoparental), o bien, convive con sus hijos y su cónyuge (biparental); al respecto, en 2010, del total de los hogares familiares, 77.7% tienen como jefe a un varón y 22.3% a una mujer (INEGI, 2010).

Esta tendencia en crecimiento sobre los hogares monoparentales, ha ido de la mano con distintos factores: el aumento de la violencia doméstica, la incorporación de la mujer en la vida económica para aportar ingresos al hogar y la migración de los jefes de familia buscando oportunidades de empleo.
Sea cual sea la razón por la que aumenten los hogares monoparentales, resulta importante resaltar el contexto económico y social que tienen la mayor parte de estas familias, en especial, las familias de jefatura femenina; que de acuerdo a la ONU (2011), son mucho más vulnerables a caer en situaciones de pobreza, que las familias biparentales o las familias donde solo está el padre con sus hijos. De hecho, se estima que el 75% de los pobres alrededor del mundo, son mujeres madres y la mayoría, son madres jefas de familia , viviendo con menos de un dólar diario.

Y es que las mujeres madres, en especial las que tienen hijos pequeños; suelen enfrentar problemas para colocarse laboralmente: todavía hay muchas empresas que discriminan para contratarlas (más cuando son solteras); basándose en el hecho de que al tener hijos pequeños, faltarán a trabajar con mayor frecuencia por cuidados maternales, sin ponerse a meditar que, una madre cuyo único ingreso venga por ese empleo, lo cuidará mucho más que aquellos que no tienen esta responsabilidad a cuestas.
La familia está en riesgo en nuestros días; los problemas existentes en la sociedad de hoy pueden encontrar gran parte de su explicación en la crisis familiar por la que estamos atravesando. Y no estoy hablando de preferencias, me refiero al hecho de que, los valores personales que solíamos aprender en la familia, parecen estar en extinción. No queremos verlo, pero repercute en todos los aspectos: una persona sin valores, difícilmente puede convertirse en un trabajador honesto, en un patrón justo, en una pareja fiel, en un hijo agradecido, en un padre amoroso.

A todos debe interesarnos el bienestar familiar, pero deben estar más atentos los principales patrones generadores de empleos; debemos procurar, en la medida de lo posible, dar oportunidades a quienes hoy discriminamos, tal vez podríamos ser la gran diferencia en la historia de una familia, que está dependiendo de quienes buscan empleo; como dice Drucker, cada nueva economía está cambiando conforme la nueva sociedad, adaptándose a nuevos retos, nuevas oportunidades bajo nuevos contextos.

lunes, 18 de febrero de 2013

Hay que Saber Comprar*

*Por Melina Ortega.

Existen estudios que sugieren la infancia como el periodo ideal para incluir la formación económica en las personas, brindándoles la posibilidad de tener una vida financiera sana, conocer el sistema económico en que están insertos, y desarrollar actitudes, hábitos y conductas de consumo racionales y eficientes que permitan el uso adecuado de los recursos financieros disponibles (Denegri et al, 2006).



Aunque la escuela representa una influencia muy importante en la vida, lo cierto es que el primer lugar de formación personal es el hogar o la familia a la que pertenecemos. Si la escuela es una estructura, la familia representa los cimientos de la construcción; por esa razón no debemos ver a las escuelas y los maestros como los principales formadores de nuestros hijos; sino como un apoyo para poder reforzar los valores, hábitos, cualidades y la educación que desarrollemos en el hogar; y la formación económica es una de ellas.

Muchos son los aspectos financieros que deberíamos de enseñarles, pero hoy hablaremos del proceso de comprar, porque es sin duda, la primera de las actividades económicas que aprendemos a hacer en nuestra vida: he visto niños de 3 años aunque no conocen exactamente el valor intrínseco del dinero (ni el proceso para ganarlo), comprenden muy bien que se usa como medio de intercambio, al estirar la manita a sus padres en la tienda, para pedirle “pesos” señalando alguna golosina.

Es un proceso “fácil”, pero para hacerlo bien, debe analizarse cuidadosamente antes de realizar la transacción, sobretodo cuando se trata de bienes costosos y cuando usaremos el crédito como medio de adquisición.

Supongamos por ejemplo que decide comprar un automóvil. Debe hacer una lista de las cualidades que desea reúna tal objeto, en base a sus necesidades y su presupuesto: número de pasajeros, los cilindros, la carga que puede soportar, etcétera. Además, debe considerar el pago estimado por concepto de placas, seguros y el mantenimiento que deberá tener la unidad cada cierto periodo, entre otros. Y si la unidad no es nueva, debe realizar un examen mecánico general verificando el estado real de lo que va a comprar, y considerar los gastos de reparación que puede necesitar para que le dure más tiempo su auto, nadie quiere comprar uno que solo funcione unos meses y luego quede “yonqueado” representando una carga en lugar de un beneficio.

De este modo, antes de comprar, tenemos el derecho y la obligación de comparar bienes entre sí para poder obtener la mayor satisfacción posible, con los escasos recursos que tenemos para ello. Nadie está exento del proceso, comprar es un acto que realizaremos toda la vida, y aun en los casos en que se use el trueque como medio para obtener bienes, siempre buscamos, naturalmente, obtener algo que nos brinde beneficios y no pérdidas personales.
Sin embargo, hay personas que no saben comprar; o que pecan de exceso de confianza en los vendedores; y “ahí está el detalle”, terminan perdiendo dinero en su vida económica, lo que puede perjudicar no solo a ellos, sino a su familia, como ya mencioné, los hijos aprenden con el ejemplo, si no analizas tus compras antes de hacerlas, tus hijos tampoco tienen muchas posibilidades de hacerlo.
Las autoras del libro “Cuando el Dinero nos Alcance”, Meade e Islas (2001), indican que gastar el dinero es un proceso que, aunque no lo parezca, viene implícito en la educación y formación que brindan los padres a sus hijos; razón por la cual, resulta necesario seguir pautas establecidas con el objetivo de que aprendan a administrar los recursos: ubicar el dinero en su justa dimensión (el valor de las personas por lo que son, no por lo que tienen), ganar el dinero trabajando (darle todo a los hijos en bandeja de plata resulta perjudicial para ellos), y por supuesto, gastar el dinero de forma correcta (todo exceso es perjudicial, no hay que ser tacaños ni compradores compulsivos).

El dinero no lo es todo en la vida: no puede comprar la salud, ni tampoco la verdadera amistad y el amor de las personas. El trueque, también cumple su función para obtener bienes, pero cualquiera que sea el instrumento financiero, debemos aprender a comprar correctamente.





lunes, 11 de febrero de 2013

El Mercado real y el Mercado Potencial



Por Melina Ortega

Un mercado puede tener y de hecho tiene, subdivisiones que los agrupan conforme a ciertos elementos pudiendo ser en base a sus propias características o bien, en base a sus preferencias. La edad, el género, el nivel de escolaridad, su actividad económica, su nivel de ingresos, etcétera; todo puede representar, en un momento dado, rasgos que identifiquen a este grupo de clientes para poder dirigirse a ellos y venderles un producto o servicio.



Un segmento de mercado, es entonces, un grupo de clientes con características comunes a las cuales puedes atenerte para elaborar estrategias de marketing efectivas para ellos.

Ahora bien, dentro de los tipos de mercados, existe uno llamado mercado real, conformado por los clientes que actualmente compran tus productos o servicios; y un mercado potencial, que lo integran todos los clientes que potencialmente pueden llegar a comprar lo que quieres venderles.

Las estrategias de mercadotecnia, deben enfocarse de manera diferente para cada mercado: al primer grupo debes dirigirte para procurar que sigan siendo tus clientes, a través de campañas que envíen mensajes sobre lo valiosos que son para tu empresa y con programas o promociones hechas especialmente para conservarlos y mantenerlos en tu cartera de ventas segura.

Al segundo grupo, te debes dirigir con premeditadas estrategias que lo interesen en tu empresa, las cuales permitan que consideren sus elecciones actuales y encuentren ventajas en volverse tus clientes; y aunque se dice que en la guerra y el amor todo es válido, resulta primordial que su interés se despierte a través de cualidades positivas de tu empresa y no resaltando las negativas de tu competencia.

Una empresa que suele enfocar su publicidad en resaltar los defectos de las demás, es como una persona hablando mal de otra; lo cual resulta no solo de mal gusto sino que, indirectamente es darle más publicidad a la competencia. Además, uno se pregunta si así como habla mal del otro, no llegará a hablar mal de uno mismo si se presentan situaciones que en algún momento dado, representen puntos de vista distintos en la relación comercial.

Para evitar esta situación, vuelve tu empresa en una organización totalmente positiva: evita hablar mal de tu competencia, de tus proveedores y de tus clientes, esto debe verse reflejado no solo en tus políticas organizacionales y su cultura, debe llegar a palparse en tus estrategias de marketing.

En economía hay una Ley (de Say) que dice que toda oferta crea su propia demanda, y en este sentido, cualquier producto ofrecido siempre encontrará un sector del mercado interesado en él, sin importar sus características y esto se debe a que, es realmente muy difícil que un solo producto o una sola empresa reúna todo lo que podría ser deseable en un momento dado: si el producto es de alta calidad, el precio podría no resultar tan accesible; si el precio es bastante accesible, su calidad puede ser dudosa, si es un servicio rápido, el precio puede ser elevado, si el precio es bajo, tal vez el servicio no sea efectivo, y así podríamos poner en discusión todas las características como el empaque, la presentación, la garantía, la entrega, etc.

Por lo tanto, cada producto o servicio puede diferenciarse de otro por tan solo una cualidad, pero es precisamente esta diferencia, en lo que debe centrarse tu mercadotecnia; una vez que la distingas, enfócate en encontrar correctamente tu segmento del mercado correcto para poder satisfacer su demanda con tu producto o servicio.

Finalmente, es necesario aclarar que no es cierto que un buen producto se vende solo: a veces resulta imprescindible acompañarlo de un buen plan estratégico de mercadotecnia y por supuesto, de una efectiva campaña de publicidad (no es lo mismo mercadotecnia que publicidad, no debemos confundir los términos). De hecho, a veces se tiene que gastar más en la campaña publicitaria que en la elaboración del producto en sí, pero créeme cuando te digo, que es una inversión que vale la pena, coronarás tus esfuerzos al ver incrementar tus ventas, además, son gastos totalmente deducibles de impuestos.

Acércate con profesionales, pregunta sobre las posibilidades que te ofrecen para diseñarte una campaña de publicidad a tu medida.